miércoles, 11 de mayo de 2011

Niños ciegos desde el nacimiento



El niño ciego de nacimiento se enfrenta a diversas dificultades durante el proceso de la educación.. La carencia de visión impone la formación de mecanismos adaptativos y compensatorios que requieren la estimulación dirigida a su formación y desarrollo.



El niño vidente desde que nace, cuenta con todas las condiciones biológicas para desarrollarse. El niño ciego carece del sentido básico. Partiendo de esta carencia es necesaria su adaptación para poder desarrollar y aprovechar al máximo l información que brindan el resto de los sentidos, lo que requiere un proceso educativo interactivo tanto por parte de los padres, la familia, el entorno y el propio infante.



Además se ha observado como esta carencia puede provocar otro tipo de alteraciones.



Cuando a los cuatro meses y medio el niño tiende la mano y coge un objeto valiéndose de la visión, ha conseguido la coordinación mano-ojo que ha ido evolucionando biológicamente.



Se ha comprobado como con la misma edad pero en un niño con deficiencia visual no hay nada equivalente respecto a la presión , no se ha producido la adaptación del ojo por el oído, y mucho menos la coordinación mano-oído, que no se logra hasta el último trimestre del primer año de vida.



Por ello durante casi todo el primer año de vida, el niño vive en un relativo vacío.



Cuando su madre lo tiene en brazos, hay un contacto táctil y auditivo. Cuando desaparece el tacto, aunque perdure la voz, el niño siente que su madre ya no esta con él.
El niño necesita contacto para saber que no está solo.
Es necesario que se establezcan fuertes vínculos entre la madre y el niño, pues al ser esta la que pasará más tiempo con el niño, será la máxime responsable de la educación, siempre orientada y supervisada por un especialista.

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